miércoles, 10 de abril de 2013

De Cortijo y su Combo a la Apollo Sound Machine, Roberto Roena

                                    Aquí se puede ver a Roberto Roena detrás de Johnny Pacheco
                                               dos leyendas que a su edad siguen vigentes 

Desde niño deleitaba al público con sus coreografías de mambo y cha-cha-chá. Roena no comenzó su carrera en la música precisamente tocando el bongó, fue bailando como logró cautivar la atención de uno de los precursores de la salsa, Rafael Cortijo.

Para el año 1956 Cortijo necesitaba un bongocero que pudiera tocar el cencerro y además bailara, razón por la cual decidió enseñarle a Roberto Roena las bases de la percusión menor. En Cortijo y su Combo Roena hizo su primaria en la salsa.  En ese momento Ismael Rivera y Rafael Ithier también hacían parte de la agrupación.

Luego de que Cortijo y su Combo se desintegrara por la captura de su cantante Ismael Rivera, algunos músicos de esta orquesta deciden fundar El Gran Combo de Puerto Rico en el año 1962, Roena también se unió a éste en sus primeros años, pero por diferencias con el cantante Andy Montañez decide alejarse de "La Universidad de la Salsa".

Roena un visionario e innovador decide crear su propia nave salsera, llamada la Apollo Sound Machine, una máquina cargada de sabor, fusión y con unos tripulantes de la talla de Papo Lucca, Tito Puente, Bobby Valentín y Luis Perico Órtiz.

Roberto Roena a sus 75 años de edad, sigue liderando su propia orquesta y también tocando en presentaciones con La Fania. En su trayectoria le ha regalado a la salsa clásicos como "Marejada Feliz", "Mi Desengaño" y "Guaguancó del Adiós", las dos primeras en la voz de otro grande, Papo Sánchez.




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