martes, 28 de mayo de 2013

Rubén Blades cantó para los salseros de verdad en Medellín



Cuando muchos esperaban escuchar sus temas más comerciales, Rubén llegó entrando con "La Rosa de los Vientos", una canción que produjo él mismo con el grupo Editus de Costa Rica en Panamá.  Pocos conocían este tema, pero los salseros y melómanos vivieron con fervor el concierto que dio "El Poeta de la Salsa". Cuando la multitud iba abandonando el estadio como si tuvieran en frente a un desconocido, los amantes de la música antillana coreaban con más fuerza canciones como "Ojos de Perro Azul", "Caína", "Buscando América", "Muévete" y "Padre Antonio y su Monaguillo Andrés". Blades supo cuál era su público y le brindó el concierto a ésos que conocen su discografía, que no van a un concierto por ser gratis, que investigan una por una, cada canción en un disco, a ésos se entregó al lado de la orquesta de Roberto Delgado, que por cierto me pareció excelente.

Algunos de sus éxitos más comerciales también hicieron parte del repertorio del panameño, "Buscando Guayaba", "Plantación de Adentro", "Amor y Control", "Pedro Navaja", "Decisiones" y "Ligia Elena" sirvieron para entretener a la maza.

El momento cumbre llegó con el homenaje al "Cantante de los Cantantes", ése que Blades ayudó a inmortalizar con un tema autobiográfico que tituló "El Cantante", quizás más acorde con la triste vida de Héctor que con la exitosa de Rubén que mientras entonaba esta canción afirmaba que Lavoe nunca ha muerto en el corazón de los salseros.

Me quedo corto en adjetivos para calificar este evento, fue un ejemplo para el negocio actual de la salsa que ha venido en decadencia por la falta de recursos para contratar a un cantante con su orquesta original. Como añoramos los melómanos aquella época en que Willie viajaba con Joe Torres, José Mangual, Lewis Kahn, Milton Cardona y sus músicos originales, ahora solo podemos ver al "Malo del Bronx", acompañado de la orquesta de Fernandito Pabón, El Grupo Caneo o El Grupo Galé, que sin demeritar, no tienen el recorrido, ni el sonido tradicional clásico de los 70 y 80.

Gracias Rubén por darle prioridad a tus seguidores de verdad, fue triste ver cómo muchos salían del concierto antes de acabarse, pero para nadie es un secreto que en Medellín muchos prefieren el reggaeton, el vallenato, las rancheras y todos aquellos géneros heredados de la narco-cultura paisa. Pero todavía somos muchos los que vamos a conciertos a revivir una época del pasado, a escuchar crónicas hechas canciones de un género llamado salsa que habla de las realidades del común, ésas a las que muchos se le hacen los sordos, por el simple hecho de que comprometen al pensamiento.

¡La Salsa Vive!


viernes, 17 de mayo de 2013

El padre de La Fania All Stars, "El Zorro de Plata"






Juan Azarías Pacheco Kinipin, más conocido como Johnny Pacheco nació en Santiago, República Dominicana, sus inicios en la música llegaron de la mano de su padre, un dominicano que en la dictadura de Trujillo poseía la mejor orquesta que había en aquella época, Orquesta Santa Cecilia. El dictador Trujillo eran tan fanático de ésta  que quería cambiarle el nombre y ponerle la orquesta del presidente Trujillo, esto generó inconformidad en la familia de Johnny, por lo  que se vieron obligados a emigrar a Estados Unidos.

A la edad de 11 años Pacheco experimentaba con instrumentos como la tambora, el clarinete, saxofón, el violín y otros  de percusión. Su padre siempre fue su maestro, era quien lo motivaba a meterle mano a la música. En plena posguerra la familia de Johnny se estableció en el Bronx, cuna de la salsa neoyorquina.


Pacheco con su gran oído musical hacía parte de las grabaciones de músicos estadounidenses como Tony Bennet. Julliard una de las academias más importantes de música en el mundo lo acogió como estudiante, en ésta logró perfeccionarse y desarrollar el talento que  más tarde lo llevaría a fundar al lado de Jerry Masucci La Fania All Stars.


Johnny Pacheco afirma que sus inicios en la música antillana se los debe al músico cubano Gilberto Valdés, con éste, "El Zorro de Plata", tocaba el timbal.


Para el año 59 Pacheco ya contaba con su propia charanga, paradójicamente su primer grupo solo duró cuatro años porque escaseaban violinistas cubanos que quisieran tocar este tipo de música, los que había se enfocaban por lo clásico. Algunos gringos quisieron pertenecer a la charanga de Pacheco, pero según él, éstos no tenían el sabor que se necesitaba para este tipo este género.


Él soñaba con juntar a un grupo de músicos y cantantes de alto nivel para conformar una agrupación que pudiera tocar música latina, influenciada por diferentes ritmos cubanos y también por el jazz. Cuando conoce al abogado Jerry Masucci deciden invertir en una producción llamada "Cañonazo", el vocalista era Pete "El Conde" Rodríguez. Poco a poco fueron reclutando una lista de cantantes y músicos que harían la historia de la salsa.


La versión 1971 de la Fania All-Stars (para muchos, el elenco original de esta legendaria orquesta) surge de la fusión de 6 de las orquestas más populares de Fania Records. Y su antológico show en el club Cheetah el jueves 21 de agosto de 1971 marca no solo el inicio de la leyenda que los acompaña al sol de hoy, sino también el inicio del boom Salsero de los 70.

Pacheco más conocido como "El Zorro de Plata", ha grabado y compuesto más de 150 canciones, productor, arreglista, director y flautista, le dio inicio a una leyenda llamada Fania, que gracias a ésta es que artistas como Héctor Lavoe, Willie Colón, Rubén Blades, Larry Harlow, Adalberto Santiago, Papo Lucca, Bobby Valentín y muchos más se dieron a conocer en la salsa.


Gracias Johnny porque a tus 79 años de edad llevas una historia que vos mismo construiste.




lunes, 6 de mayo de 2013

El gran "Tite" Curet Alonso



Hay canciones en la salsa que todo el mundo ha escuchado, inclusive aquellos que no sienten afinidad por el género, simplemente son canciones que le han dado el motor y el empuje a esta música. Algunas de ellas son "Juanito Alimaña" en la voz de Héctor, también "Plantación de Adentro" en la voz de Rubén o aquel tema de Roena llamado "Marejada Feliz". Todos los anteriores vienen de la inspiración de una sola persona, un compositor nacido en Guayama, Puerto Rico, artífice de más de 2000 canciones las cuales en su mayoría fueron interpretadas por Cheo Feliciano, Ismael Rivera, Hector Lavoe, Rubén Blades, Pete "El Conde" y otras leyendas que perseguían al maestro Tite Curet Alonso para grabar sus obras.

Catalino Curet Alonso nació un 12 de febrero del año 1926, en su niñez y adolescencia siempre estuvo rodeado de la realidad del barrio, aquellos acontecimientos del diario vivir de las clases bajas, esos temas que no tocan a la clase alta, pero sí a gran parte de la población que se ve reflejada en las historias del gran "Tite".

Sus amigos  eran Rafael Cortijo, Ismael Rivera y el "Anacobero" Daniel Santos, todos ídolos del pueblo. "Tite" es de los pocos involucrados en la música antillana que lograron estudiar una carrera, la de él fue periodismo, quizás una profesión que también le aportó a su carrera como compositor.

Las historias de "Tite" contienen una carga emocional increíble, no se puede escuchar "Guaguancó del Adiós" o "Marejada Feliz" sin erizarse la piel, sus letras no hacen parte del cliché romántico que solo hace pertenece a las ficticias nóvelas, no, las historias de "Tite" son realidad, son amor frustrado, son maliantes de barrio bajo, esos que se creen los guapos en "las selvas de cemento", son familias que visitan a sus difuntos homenajeándolos "Sobre una tumba humilde", es aquel hombre que ya no recuerda un "Periódico de ayer", es ese obrero "Juan Albañil" que paradójicamente no puede entrar al edificio que construyó porque es prohibido para él.

Gracias a "Tite" por tanto, tu capacidad como escritor logró inmortalizar el género y así será por mucho tiempo, a pesar de tu muerte en el día a día de la sociedad latinoamericana se repiten tus historias, cada que suena una canción tuya vuelves a vivir, porque ahí está el gran Tite Curet.

"Tite" Curet Alonso

12 de febrero de 1926 - 5 de agosto de 2003